martes, 17 de abril de 2012

LA DIFUSIÓN DE LITERATURA CONTABLE POR LA EUROPA RENACENTISTA.


A lo largo del siglo XVI se produjo en toda Europa la progresiva difusión del procedimiento contable de la partida doble, en la mayoría de los casos simples adaptaciones de la del franciscano.
La aceptación de la partida doble en los países bajos
En el transcurso del siglo XVI el centro neurálgico del comercio Europeo se desplazo de forma progresiva desde el mediterráneo a las costas Atlánticas del continente. Las activas ciudades de Flandes y muy especialmente, Amberes, se hicieron con el predominio del comercio mundial. La citada ciudad flamenca acuso muy pronto el impacto de la nueva contabilidad “a la italiana” cuyo empleo se extendió con rapidez. De las imprentas de Amberes surgieron varias obras capilares en la historia de la contabilidad.

  La ciencia de la contabilidad: Simon Stevin
La importancia de la figura de Stevin en la historia de la contabilidad es capital: se trata del primer autor que considera que se halla ante una temática que merece un serio estudio científico. Hasta Simon Stevin, todos los autores daban por supuestos los principios de personificación de las cuentas que expuso Pacioli, sin pretender con ello, hacer teoría. Pero el profesor de Leyden (Simon Stevin ) hizo hincapié en el aspecto patrimonial de las cuentas y considero la contabilidad como un instrumento de control de gestión de la empresa.

La escuela italiana del siglo XVII
A pesar del fuerte declive comercial de las ciudades italianas, en la primera mitad del siglo XVII los autores de este país -ya no solo en Venecia- se mantuvieran en primera línea de la literatura contable y desde luego, a la cabeza de la labor teórica. Solo en la segunda mitad del siglo, el impulso de los tratadistas italianos de contabilidad decayó considerablemente. Giovanni Antonio Moscheli
Flori, Giovanni Domenico Peri, Zastiano Venturi.

La escuela francesa en el siglo XVIII
Los tratadistas de contabilidad franceses, tan escasos en el siglo XVI y la primera mitad del XVII, pasaron a ocupar en el siglo XVIII un lugar destacado sobre todos los de Europa, desplazando a los italianos -los estados de este país se hallaban en franca decadencia económica- y a los flamencos. En el siglo de las luces los autores franceses fueron leídos a lo largo y ancho de Europa, conocieron múltiples ediciones de sus libros en distintos idiomas e incluso llegaron a ser imitados por los orgullosos tratadistas italianos. Samuel y Jean Pierre Ricard, Beltrand, Francois Barreme, Edmond Degranges.
Autores del siglo XVIII en otros países
Gran Bretaña Daniel Defoe, Hustcraft Stephens
Italia Giuseppe Formi
Austria Maria Teresa
Estados Unidos William Mitchell

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